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Profesor de Pedagogía de la Universidad Nacional de Costa Rica

miércoles, 21 de mayo de 2014

La pedagogía crítica de Rubem Alves, Paulo Freire y Enrique Dussel

Entrada realizada por:

Francisco Campos Sandí.
Andrea Camacho Méndez.


La pedagogía crítica de Rubem Alves, Paulo Freire y Enrique Dussel


Tanto la pedagogía de Rubem Alves y Paulo Freire comparten la idea de que el profesor debe ser crítico, creativo y apasionado por lo que hace, porque esa manera le ayuda al estudiante a construir su propio pensamiento con relación a su entorno, donde sea capaz de leer crítica y comprometidamente la realidad que le circunda mediante la ética, la estética y la acción política. Educar para ellos es un asunto de praxis (no se separa la teoría de la práctica), es un educar para la vida rompiendo con el sistema mecanizado o bancario el cual se impone autoritariamente desde la infancia.




Ambos autores comparten la idea de que la pedagogía debe ser crítica y comprometida con el cambio social, a la vez las teorías de estos autores se diferencian con respecto a las teorías del aprendizaje que ellos implementaron.






Enrique Dussel

Nació el 24 de diciembre de 1934 en el pueblo de La Paz, Mendoza, Argentina. En 1975 es expulsado de la Universidad Nacional de Cuyo, Argentina y amenazado de muerte por escuadrones paramilitares, con lo que da inicio su exilio en México, país que se convierte en su nueva patria al adquirir la ciudadanía. Todo ello por su posición crítica ante la ultra derecha argentina, concretamente la dictadura de Videla.

Enrique Dussel, es reconocido internacionalmente por su trabajo en el campo de la Ética, la Filosofía Política y la Filosofía latinoamericana, y en particular por ser uno de los fundadores de la Filosofía de la Liberación, corriente de pensamiento de la que es arquitecto.





Con esta filosofía dirige el existencialismo hacia el terreno de la ética y la austeridad, considera que Latinoamérica tiene la capacidad de reconocer su ética y juzgar su propio ser.

Como afirma el profesor en la clase, Dussel nos habla de la pedagogía como un campo para aprender a reflexionar sobre NosOtros, considera a la pedagogía una propuesta ética (crítica) con dimensiones políticas (lucha por el reconocimiento y democracia radical), para él la pedagogía tiene una tarea crítica de liberación, dicha liberación consiste en la facilitación de posibilidades para que juntos nos “descolonicemos”, para que desnaturalicemos el YO conquisto. Educarse en ese sentido es aprender a preguntar, es hacer y hacerse las preguntas por las totalidades aceptadas sin cuestionamiento, sabiendo que las respuestas no son definitivas, ni son un recetario que se deba seguir, sino solo aproximaciones a la verdad que de por sí no es absoluta.

Además Dussel desarrolla el método para la construcción colectiva y contextual; el cual se basa en la analéctica: método latinoamericano que va más allá de la dialéctica de raíz europea, para él la dialéctica es un pasar de problema en problema problematizándolos hasta regresar al primero con una mayor comprensión. Por otra parte, como se vio en la clase, la analéctica es una pedagógica de la liberación o un proceso de enseñanza y aprendizaje donde enseñar es poner en crisis al Otro, es sacarlo de su cotidianidad y emplazarlo a cuestionarse sobre las totalidades aceptadas sin más. Con la analéctica se busca que ningún grupo minoritario, minorizado y en desventaja quede anulado, invisivilizado o asumido en el consenso democrático que suele subsumir a los más débiles en posiciones de grupos más fuertes.

Por eso, aseguró el profesor en la clase citando un libro de Dussel, para este filósofo argentino-mejicano, los maestros no críticos ni comprometidos con el oprimido son personas reproductoras de la injustica social: “son cómplices de la totalidad; son los ideólogos que de alguna manera (tal como lo hacen quienes esclarecen la realidad europea) cooperan con la dominación que se cumple con respecto a lo que está fuera de su mundo.

La pedagogía para Dussel es diálogo, encuentro entre el docente, el estudiante y la comunidad; ese diálogo representa la posibilidad de la liberación, de la reflexión o del reconocimiento del otro desde su distinción. La pedagogía es por ello, ante todo un resultado inevitable de la ética crítica y un lugar para formar al ser humano nuevo que necesita el mundo para alejarse de su autodestrucción.