Entrada realizada por: Edwin Fabián Chacón Benavides
El
aporte que nos brinda la pedagogía europea es limitado a la hora de aplicarlo a nuestra realidad, por lo tanto es
de suma importancia identificarlo, conocer a fondo sus cualidades, no para eliminar sus aportes, sino para poder
usar parte de sus propuestas en una forma contextualizada a nuestro entorno. Las pedagogías europeas
han tenido buenos resultados en su
contexto, no en el nuestro, si estas
ideas son traídas hacia nuestra
realidad, sin un previo estudio y resignificación, suelen causar daños
desastrosos en nuestro
proceso de educativo o de aprendizaje, cayendo en la colonización, la
repetición y la zozobra. Por ende, tenemos que contextualizar estas
ideas, no
debemos hacer lo que se ha hecho históricamente en nuestro pasado
colonial, en donde se traen las ideas
de afuera y son impuestas como únicas, imposibilitando la creación de lo
propio, convirtiendo al docente en reproductores de ideas ajenas, ideas que difieren de nuestros sentidos y que
no son las más viables para nuestro
entorno.
En
algunos casos la educación moderna, nos consume, nos devora y poco a poco nos coloniza,
quiere convertir al ser humano, en un ser que sea útil ante un sistema elegido por unos pocos, no le interesa si las personas piensan,
reflexionan o son críticos ante injusticas, muchas veces su finalidad es que
nosotros podamos servirle a una parte de
la población, colonizando nuestra
cultura, nuestro lenguaje, nuestra forma de vivir y nuestro aprendizaje. La
pedagogía crítica desea descolonizar el pensamiento propio, su finalidad es encontrar el tronco común. Evitando a toda
costa que las ideas externas y ajenas a nuestra realidad, nos devoren.
Pedagogía Crítica.
La
pedagogía crítica intenta ayudar
a los
estudiantes de modo que puedan adquirir un pensamiento propio, crítico y
emancipador, a diferencia de otras pedagogías que lo que buscan es la
memorización de los contenidos, el
contexto va constituir el espacio en
donde el conocimiento va a adquirir un significado real, cuando una educación es alejada
de su contexto, va existir una carencia de valor, la pedagogía crítica
deberá de enfrentarse a los problemas
reales, para poder analizarlos, comprenderlos y transformarlos
en beneficio de la comunidad afectada.
Se entiende la educación como un
proceso de negociación que facilita la comprensión de los significados de la
realidad, la pedagogía crítica nos
revela la importancia de la autoconciencia.
Se apuesta por la autonomía y el
auto fortalecimiento, identificando limitaciones y potenciando capacidades de tal
forma que éstas sean la base para una
buena auto superación.
La pedagogía crítica hace
énfasis en una educación
contextualizada, en donde debemos de
usar el entorno como un recurso
pedagógico, si esto es de esa manera,
se llevará el conocimiento más
allá, examinando las situaciones de otros contextos, analizando sus
contradicciones y encuentros.
Hay que educar para la vida en
comunidad, para la reflexión y concientización,
no debemos seguir los pasos que quiere el sistema, ese que enseña para
la utilidad, ese que ve al que memoriza como un ser intelectual, y
rechaza al que piensa, reflexiona y es crítico ante las barbaries que suceden en
su entorno.
Rubem Alves y su Pedagogía del placer.
Brasileño,
nace en Boa Esperanca el 15 de
septiembre de 1933, es un psicoanalista, educador, poeta, teólogo y escritor,
sus libros abordan diversos temas, entre ellos; religiosos, pedagógicos y
existenciales.
Se
declara
como un niño, y afirma que dejar de ser niño es morir lentamente, y
empezar a
morir es empezar la vejez, no se es viejo solo por la edad sino más bien
por la actitud, por la forma de aprender, es cuando se es dogmático,
aburrido y sin sueños. Ser niño es seguir a la curiosidad, las
preguntas, el
juego, la niñez es el periodo del aprendizaje total, donde aprender es
lo
natural del niño, no se esfuerza, le sale, le brota. La niñez es
fundamental en
el ser humano, el ser humano empieza a envejecer cuando se cambia el recuerdo por la memoria.
La
apuesta por una educación memorizada es una apuesta ideológica, que busca satisfacer
las necesidades del mercado, donde se premia la memoria, en esta sociedad se a
creado ideológicamente la tesis de la intelectualidad, en donde la inteligencia
dicho de otra forma es una creación ideológica de la cultura dominante que se
perpetua a través la legitimación de la
escuela moderna, ya que, esta centra su interés en la inteligencia, separando a
la población por sus resultados, dícese
de una clasificación mal intencionada para crear poder, la escuela está
diseñada para que la mayoría se civilice, sean maquinas vivas en sociedad, y
para que acepte que los inteligentes son los que tienen que gobernar. De forma
tal que la inteligencia distribuya el poder, haciéndolo posible el
individualismo, la competencia, la fragmentación, entre otros.
Rubén
Alves dice que cuando uno deja de ser niño se priva de ser feliz, la
inteligencia ideológica que premia la memorización, manejar datos, las personas que piensa no es
premiada en las escuelas, se premia a la memoria. El recuerdo no está apegado a
lo material ni a lo intelectual, propone la pedagogía del placer, la cual nos
indica que la pedagogía no es negar al cuerpo, es ponerlo en contacto con otros
cuerpos.
Creer
en la educación es un acto de amor, quien ama un niño es un buen pedagogo,
enseñar es una pasión ante el aprendizaje, mirando donde común mente no se
puede mirar, saber mirar es central, podemos disfrutar, pero fuimos construidos
para dejar de mirar.
Realidad en la educación actual.
La
escuela moderna fue impuesta para prepararnos para un trabajo, y
homogenizarnos, la escuela en el pasado y en algunos casos en la actualidad, no
era para todos, se buscaba civilizar, a los ricos se les preparaba para
gobernar, pero a los pobres para ser gobernados.
Muchos
huyen de la educación, ya sea, por problemas económicos, pedagógicos, desencanto
o desilusión, en muchos casos la pedagogía utilizada, no produce placer sino
solo sufrimiento, el aula es una especie de casa de sustos, en donde los miedos
están presentes. La escuela moderna es abocada a lo técnico a la competencia y
a lo individualista, es urgente romper con esto, con esa pedagogía de la
muerte, no es solo capacidad y habilidad sino la sensibilidad, de esta manera
se educa la mirada para ver más allá, el dolor el vuelo de un ave, para captar
la desigualdad, para aprender se necesita usar todo el cuerpo, y no solo la mente, , sino también los sentidos, razón
de los gestos, las expresiones, el llanto, la risa, y sus manifestaciones.
Como utilizar la pedagogía del placer en el
aula
Como
manera de entendimiento a esta pedagogía, el grupo de la clase de Pedagogía del
conocimiento, se fragmentó en distintos subgrupos, cada uno debía de exponer o
de construir una clase que incluyera parte de lo mencionado en dicha sesión, durante las exposiciones realizadas por los
estudiantes, se logró contrastar y
conocer lo siguiente:
v Para una buena
utilización de la pedagogía del placer, no debemos de pretender llevar a
una clase, una receta de valores previos, ya que, no sabemos cuáles serán los
valores que podamos encontrar durante
nuestras actividades, además de esto, es
de suma importancia no convertir nuestra clase, en algo magistral, ya que los
estudiantes deben de formar parte de su propio aprendizaje, de una forma
constructiva y participativa.
v Debemos
de intentar llevar los contenidos a la realidad, contextualizarlos a nuestro
entorno, y por más abstracto que parezca lo teórico, se debe de buscar la forma
de que sea aplicable a la vida, los
educandos deben de participar en el
proceso de aprendizaje, que aprendan con todo su cuerpo, y que no vean el
aprendizaje como un uso único de la memorización.
v Para
una buena pedagogía, es esencial mostrar
interés, motivación al enseñar, además de tener orden, no confundir la libertad
con el libertinaje dentro del aula, ya que, muchas veces el juego se puede
tornar difícil, y más aún cuando no
somos claros con nuestros educandos, en cuanto a lo que queremos.
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